Me amo y me acepto tal y como soy
Me
amo y me acepto tal y como soy
Si
existe una afirmación a la que le tenga que estar enormemente
agradecido, esa es "Me amo y me acepto tal y como soy".
Estas palabras fueron las responsables de la mayor transformación
que experimenté en mi vida; y también son las causantes de la vida
tan maravillosa y plena que tengo hoy día. Hace ya alrededor de 20
años que el libro de Louise Hay -Usted
puede sanar su vida-
llegó (y digo llegó porque ni siquiera lo había comprado yo) a mis
manos. Al principio me resistía un poco a los pensamientos,
revolucionarios para mí, que contenía este libro. Pero me dije
"¿acaso tengo algo que perder?". De todos modos, si los
pensamientos no tenían ningún efecto sobre mi vida, lo mismo daba
continuar con los que ya tenía o comenzar a cambiarlos por otros
nuevos. Y si realmente funcionaba, los beneficios que prometía la
lectura eran extraordinarios.
Yo
era muy joven, un joven tímido e inseguro, pendiente siempre de la
aprobación de los demás. Me planté delante del espejo y le dije a
la persona que veía reflejada: "Te amo y te acepto tal y como
eres". Al principio no ocurrió nada, excepto una ligera
sensación de incomodidad con el ejercicio. "¿Estaré
volviéndome loco?", pensé. Pero, ¡qué diablos!, todo el
mundo se ha hablado a si mismo alguna vez ante el espejo. Así que
continué. Convertí esta afirmación en un mantra que me repetía
día y noche. Si alguien me decía algo que no me agradaba, si
observaba alguna cosa que me molestaba, si sentía la tentación de
perder los nervios o si me entraban ganas de salir corriendo y
esconderme; entonces, de inmediato recordaba mi afirmación y repetía
lentamente: "Me amo y me acepto tal y como soy. Me amo y me
acepto tal y como soy..."
En
poco tiempo, mi vida comenzó a transformarse. Las viejas amistades,
que lo único que reflejaban era mi antigua forma de pensar, se
marcharon. Nuevas personas comenzaron a llegar a mi vida. Encontré
(o más bien me encontró él a mí) un trabajo en el que me sentía
muy bien. Comencé a ganar dinero. Nuevas enseñanzas comenzaron a
llegar a mí. Me sentía seguro e inspirado en todo momento. La oruga
se transformó en mariposa, y todo esto con esta simple pero poderosa
afirmación. Esto no quiere decir que a partir de ahí no tuviese que
enfrentarme a nuevos retos y desafíos. Éste fue sólo el comienzo.
Aunque ahora, cuando alguna dificultad viene a mi encuentro, tardo
menos en reaccionar; respiro profundamente y vuelvo a recordarme en
mi interior esta afirmación: "No importa lo que pueda estar
pasando ahí fuera, me amo y me acepto tal y como soy. Todo está
bien en mi mundo. Gracias."
"No
importa lo que pueda estar pasando ahí fuera, me amo y me acepto tal
y como soy. Todo está bien en mi mundo. Gracias." .
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